Una llama que recorre el mundo para recordarnos el verdadero sentido de la Navidad.
Durante la semana pasada, en el Colegio La Salle de Paterna hemos vivido uno de esos momentos que dejan huella en la vida del centro: la celebración de la Luz de la Paz de Belén, un gesto sencillo pero profundamente simbólico que nos invita a detenernos, a mirar hacia dentro y a preparar el corazón para la Navidad.
La Luz de la Paz de Belén es una tradición con un fuerte mensaje universal. Cada año, unas semanas antes de Navidad, esta llama se enciende en Belén y es llevada hasta Viena, desde donde se distribuye a todos los países participantes. A partir de ahí, los Movimientos Scout se encargan de hacerla llegar a parroquias, hogares, hospitales, residencias de ancianos, prisiones y numerosas asociaciones, convirtiéndose en un símbolo vivo de Paz, Amor y Esperanza.
En La Salle de Paterna, hemos querido acoger esta Luz en nuestra casa, como comunidad educativa y como familia lasaliana. A través de la celebración, nos preparamos para vivir la Navidad desde su sentido más profundo: el nacimiento de Jesús como luz que guía, acompaña y transforma. Un momento de recogimiento, reflexión y fraternidad que nos recuerda la importancia de ser portadores de luz en nuestro día a día, especialmente hacia quienes más lo necesitan.
Porque pequeños gestos, como una llama compartida, pueden encender grandes compromisos. Y porque, también en el colegio, seguimos caminando de compromiso en compromiso, construyendo juntos un mundo más justo y fraterno.