Blanca García, Dalia Rogoveau y Paula Acedo inauguran un nuevo curso de reflexión, pensamiento crítico y palabra compartida en la Tribuna de los Oradores.
Esta curso ya hemos inaugurado una nueva edición de la Tribuna de Oradores, un proyecto pedagógico de La Salle Paterna que invita al alumnado a enfrentarse al reto de hablar en público, construir pensamiento propio y compartirlo con la comunidad educativa. Y lo hemos hecho con dos intervenciones tan distintas como complementarias, unidas por un hilo común: mirar la vida con profundidad, sin miedo y con autenticidad.
“El ruido que deja la muerte” – Blanca García y Dalia Rogoveau (2º Bachillerato)
Las encargadas de abrir esta edición fueron Blanca García y Dalia Rogoveau, alumnas de 2º de Bachillerato, con una ponencia tan sugerente como valiente: “El ruido que deja la muerte”. Ambas se adentraron en un tema que a menudo evitamos mirar de frente: la muerte y su huella. Desde la criminología y el análisis crítico, reflexionaron sobre el arte de observar aquello que otros no ven, de encontrar pistas en el silencio y de entender cómo la ausencia también habla. Con un enfoque maduro y sorprendente, pusieron sobre la mesa preguntas que nos interpelan a todos: ¿Qué historias dejan los que ya no están?, ¿qué señales ignoramos porque nos incomodan?, ¿qué aprendemos cuando somos capaces de mirar más allá de lo evidente?
Su tribuna inauguró el curso con una intervención cargada de reflexión, sensibilidad y capacidad de observación.


“Dejar de sobrevivir” – Paula Acedo (1º Bachillerato)
La segunda intervención estuvo a cargo de Paula Acedo, alumna de 1º de Bachillerato, con una charla profundamente humana sobre el cambio, el miedo y la valentía de vivir con autenticidad.
Paula comenzó recordando que la vida cambia constantemente y que nadie tiene un manual para afrontarla. Habló de lo común que es sentir que fallamos, cuando en realidad es la primera vez que vivimos cada experiencia. Desde su propia trayectoria —ha pasado por nueve colegios— compartió cómo aprendió a despedirse, a empezar de cero y a descubrir que la luz siempre vuelve. Su invitación final fue clara y poderosa: vivir, no solo sobrevivir; decidir, no dejar que la vida pase en automático; cambiar cuando haga falta… porque cambiar significa estar vivos.
Una intervención luminosa y sincera que dejó una huella especial en el auditorio.



Una Tribuna que forma, inspira y transforma
Con estas dos primeras sesiones, la Tribuna de Oradores vuelve a demostrar que es un espacio único para que nuestro alumnado aprenda a expresarse, a mirar el mundo con profundidad y a compartir su voz con respeto y valentía.
Gracias, Blanca, Dalia y Paula, por inaugurar este curso con tanta madurez, verdad y sensibilidad. Os esperamos cada jueves a las 10:35 en el Ágora para compartir momentos realmente únicos.