Cómo el hermano Félix siempre nos dice que los scouts ya no son lo mismo, que ya no hacemos lo mismo, que hay cosas que han ido cambiando… Le damos la razón, han pasado ya 46 años que nuestro grupo comenzó a funcionar, y aunque ya nos vamos acercando al lustro nosotros seguimos con la misma o más energía para poder seguir muchos y muchos años más. Las realidades han cambiado, las leyes para poder acampar, para hacer fuego… hasta el color y forma de nuestro uniforme es diferente pero hay algo, ese sentimiento scout, el escultismo que se mantiene intacto en todos nosotros.
El pasado sábado 12 de diciembre tuvo lugar una Asamblea de Padres en la Sala Azul del Colegio dónde les presentamos las dos grandes actividades para esta ronda: El campamento de invierno, que tras años de cambios y acortamientos vuelve con todo su espíritu: ¡5 días de campamento! Además explicamos y señalamos todas las características de LaSalleJam16.
Después de todos los detalles, lotería y autorizaciones todo nos fuimos a….PONERNOS EL PIJAMA. Sí, el pijama, y es que desde el Clan, quienes tradicionalmente organizan la Cena de Aniversario decidieron que de esta forma tan original celebramos todos juntos, scouts, scouters , padres y familias esa velada. Empezó el desfile de batas, pijamas, batines y pantuflas que pasaron por el sofá vintage a modo de photocall dónde se derramaron muchas risas
Así que nos pusimos nuestros mejores trajes de noche, los pijamas y poco a poco fuimos ocupando nuestros puestos. La cena fue muy gratificante, conociéndose mejor, haciendo piña entre todos y conociendo más y más que es nuestro grupo.
Después de la cena y de los riquísimos postres, de entre los cuales destacamos las ya conocidas Natillas de Montse, por motivos obvios, nos dispusimos a pasarlo bien. Comenzó la velada organizada por el Clan, que repasó las danzas y canciones de ayer y de hoy, al mas puro estilo revival bailamos, cantamos y danzamos cogido de las manos.
La verdad es que fue una noche fantástica, hogareña y calurosa que refuerza nuestros lazos y nos hace sentirnos, como lo que somos, una gran familia.
Akela.